El domingo, después de trabajar, iba a ir a visitar la barata de libros en el Auditorio...
Saliendo de mi programa que me echo a correr y tómala... No podía ver ni madres... Eso me dio gusto, lo que si no me fascinó fue que no podía ver nada y por ende no compré tampoco ninguna de las 100 obras que tenía en mente...
El "hongo molusco" (léase, mi madre) me encargó lo que fuera de Luis Spota, su autor favorito.
No me quedó otra cosa más que llegar con la cola entre las patas a invitarle un café (sin literatura en tarde de domingo, ush) no sin antes ver el juego de la Eurocopa, en donde España me demostró que para México todavía hay esperanza de poder trascender a nivel muy internacional (imaginese quinto partido en Copa del Mundo).
Ni modo... Ya iré a las librerías del centro a buscar las obras que mis ojos me exigen leer ya... YA!!!!!
Hace 1 semana
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