lunes, 23 de febrero de 2009

El corazón de mi niño no para de llorar...

A Alan, "el pollo", le cambiaba los pañales.







Tanto él como Marco Polo, su hermano, son mi vida.







Este fin de semana estuvo maldito, de principio a fin.







El jueves tuve a bien acudir puntual a mi cirugía maxilofacial y espero nunca jamás en la vida tener que volver a ver a mi dentista. Sólo espero pacientemente a que se baje la inflamación de la mejilla para que me quiten los puntos y ya, ser medianamente feliz otra vez.






No fui a trabajar el viernes y eso me costó un regaño hoy lunes. No me importa. Hace tiempo que no me interesa lo que pase conmigo dentro de mi departamento laboral.





El sábado descansé y ya sola en casa, como a eso de las seis de la tarde, me dispuse a meterme en la cama y chutarme un par de juegos de fútbol. Raro en mí.





Pese al dolor, dormí con una sonrisa. Mis perros durmieron conmigo y eso me hizo mucho mejor. Me dolía un poco mi dentadura, pero eran síntomas post operatorios.





El domingo fui a trabajar un rato. Ya no podía deslindarme de otra responsabilidad. A eso de las dos de la tarde tanto lamá, como mi pá y "el pollo" fueron por mí al radio.





Convencimos alpá de dejar a Alan hasta su casa, allá por la carretera a Toluca, no tan lejos de donde trabajo.





Al llegar a casa, Marco nos recibió con la noticia de que Kike, el perro de mi niño, había desaparecido. Con motivo del carnaval en la delegación, los peregrinos echaron cohetes y eso perturbo al pobre perro. Hicieron de todo para calmarlo y lo único que se le ocurrió a la mamá de mi pollo fue amarrarlo a un árbol a las afueras de la casa. Al amanecer ya no lo encontraron.





Había tomado el asunto con calma. Yo estaba muy triste, tanto por Kike como por Alan, pero estaba segura que regresaría. Siguiendo su rastro regresará, le dije al polluelo.





Ya estando todos en la mesa y comiendo, Alancito no pudo más y se soltó a llorar. Lamá me dijo que lo dejara solo y lo único que se me ocurrió fue irme a otro lado para no verlo llorar y que no me viera tampoco lagrimear.





Nos despedimos lamá, elpá y yo. Ya en el auto, a tan sólo unos metros de la casa, a mi papá se le ocurrió mencionar que tal vez el animal estaría ahi cerca. Justo en ese momento volteamos y la escena que nos deparaba el destino era indescriptible.





Kike estaba en muy mal estado. Seguramente lo golpeó algún camión. Enseñando sus colmillitos, con la lengüita sangrante, los ojitos salidos, sus patitas fracturadas...





No quisimos que Alan viera tan horrible espectáculo, pero segura estoy que de haberlo visto sería algo que jamás le perdonaría a su mamá.





Lo recogimos y justo en ese momento hicieron acto de presencia los patrulleros...





Ellos se lo llevaron dizque para enterrarlo porque estábamos violando las leyes de sanidad al llevar al perrito en una sábana para enterrarlo en un lugar que tiene la veterinaria de la colonia.





Mi tía fue por dinero. Mi pá se quedó con lamá en el auto y yo vigilando que estos malditos no le hicieran nada.





"¿Era su perro?" Me dijo el gordo de azul con chaleco antibalas





No, era de mi sobrino. Contesté.





"Entonces ¿Porqué llora?" Esbozando una sonrisa irónica.





Tu madre, grandísimo panzón. Tu madre. Pensé.





No sé ahora cómo siga mi pollito. Lo único que sé es que el escenario que me tocó vivir ayer me dolió más que cualquier extracción de tercer molar...




17 testimonios:

Jo dijo...

auuch!

CállateTú dijo...

Me gusta tu foto :)

CállateTú dijo...

Oh... y sí... ¡Ouch!

la MaLquEridA dijo...

Odio los cohetes,siempre espantan a TIKI y a BABO,los odio porque por su culpa murió KIKE.

Odio odiar,pero odio a los cohetes,por su culpa estoy llorando.

CállateTú dijo...

Ayer, queridamalquerida, me puse muy mal.

En cuanto vi al perrito tan lastimado, sentía que el mundo se me venía encima y lo notaste cuando no me aguanté y me puse a llorar como loca...

Fue impactante...

¿Odio a las Gordas? dijo...

Pobre perro y que hijo de puta el gordo de chaleco. Lo malo de la ciudad es que hay pocos jardines para enterrar a los canes.

Alberto F

CállateTú dijo...

No hay ningún lugar para este tipo de casos, Ñor que no sabe si odia a las gordas...

Al menos, sólo conozco tres albergues y ya...

Amorexia. dijo...

Lo siento. Que estes mejor.

Saludos a deshora.

NTQVCA dijo...

Lo lamento Siamesita, cuidate la operación.

P´PITO dijo...

odio a mi dentista!!!!!!!!!

que te repongas rapido..

saludos...

Zërmend dijo...

Yo por eso no voy con el dentista... prefiero sonreír con miles de caries... Ah pero eso sí, bien harto feliz!!!


jajajajajaja

Anónimo dijo...

Desde acá, un apapacho virtual para CT, de todo corazón y muelas.

Y para el panzón de chaleco: La porra te saluda.

.miss sunshine. dijo...

un double ouch!

LONOOOOOOOOOL!

Anónimo dijo...

tristozo este post.

CállateTú dijo...

Esperemos que el pollo sea el que esté mucho mejor que yo, Amorexia.

La cuidaré, Siamesita. El cachetito sigue inflamado pero ya voy comiendo otra cosa que no sea gelatina y caldo de pollo.

Yo también la odio P'pito

Jajaja, has de ser comunicólogo, jajaja

Ivanius: Completo el saludo de tu porra: fi-fi-fi-fi-fi

¡Ketorolagoooo, Augmentinnnnn, Nieve de limón! Sonshainsita :)

Sip, oraquice... tristón...

El Anónimo dijo...

Hum....


triste.

CállateTú dijo...

Demasiado...