martes, 30 de diciembre de 2008

Entre el ático y audiofilia

Justo iba a cumplir 23...


Daniel y Bruno la llevaron a festejar su diablo con un jueguito de billar, pero el lugar estaba tan atascado que decidieron acudir a un bar cercano para, por lo menos, brindar con una cervecita.


Al llegar al "Underground", la mirada de ella se centró en una melena casi parecida a la suya pero un poco más corta. Los tres tomaron asiento y pidieron una cubeta para dar comienzo a la celebración.

Audiofilia estaba lista para hacer su aparición sobre el pequeño escenario y, aunque la gente de inicio estaba apática, lograron llamar la atención de quienes gozaban también del espectáculo.


Era realmente la primera vez que ella se liberaba un poco y dejaba atrás las responsabilidades de la escuela, de la casa, de llegar temprano para que ni papá ni mamá se molestaran.


Aquella melena con rizos castaños que ella había visto a su llegada pertenecía a la voz principal de la banda que tocaba sólo covers.


Nunca había sacado provecho de su profesión, pero tenía la imperiosa necesidad de conocer al greñudo, así que indicó que, en el intermedio de la actuación y ante la mirada atónita de su ex novio Daniel y de su hermano Bruno, ella tenía un programa de radio musical en el que se apoyaba a las nuevas propuestas, y así era, no estaba mintiendo.

Le siguieron intercambio de teléfonos, llamadas constantes, mensajes, correos electrónicos, idas a conciertos. En aquel entonces "Underground" cerró y las puertas del Ático se abrieron ante sus ojos.


Un mundo diferente, cierto.


Al poco tiempo, Audiofilia se volvió parte de ella y ella de Audiofilia.


Dejó de llegar temprano a casa y cada sábado estaba puntual, lista para pedir una cubeta, fumarse media cajetilla de cigarros y comer pizzas acompañadas de helados flotantes.




"Chacho" era el alias del melenudo. Carlos era su hermano y tecladista de la banda, novio de Gabriela, hermana de Nancy, quien era pareja de Beto, baterista del grupo. Israel, bajista, sólo era el primo de Chacho y Carlos. Todo como en familia. A ella, cuando estaba de espaldas, lo confundían con él y ante el desconcierto, su alma sonreía porque, al menos, así podría tenerlo más cerquita.

Ahí no sólo se hizo amiga de todos ellos. También conoció a los dueños del lugar, un matrimonio jovenzuelo conformado por Bere y Omar, a Migue, más que mesero lo veía como amigo leal, Benjamín, autista, Choy, quien canta hermoso y mueve los ojos de manera diabólica cada que interpreta... Se sentía bien...



Todos querían estar con ella... No sé si para sacarle provecho a lo que ella se dedicaba y no es algo que ahora quiera saber...

En esos tiempos fue feliz... Dio todo porque su banda creciera y saliera del anonimato.


Los llevó en ese entonces a actuar en el Lunario del Auditorio Nacional, los invitó a participar en entrevistas radiofónicas... Hizo de todo sin recibir nada a cambio...


La nula reciprocidad la cansó y ahora sólo prefiere recordar los buenos tiempos, esos llenos de rock, de helado, de cerveza.


Momentos con olor a cigarro, aroma a marihuana. Buenos tiempos de buena música, buenas fiestas, buenos bailes, limitadas amistades.


Ahora sólo agradece haber conocido a todas esas personas que hicieron que su vida cambiara cuando cumplió 23 y cuando escucha la banda sonora de aquella época sólo esboza una sonrisa, esperando que todos ellos sonrían también cuando algo les remonte a sus tiempos con ella...

lunes, 22 de diciembre de 2008

Entre lo real y lo utópico.


El día que tanto temía, llegó.


Ya se fue y es hasta hoy que me di tiempo para tratar de vaciarme hasta quedar sin una sola gota que saliera de mis ojos.


Fue entonces que prendí la luz, tomé mi libreta y una pluma, encendí una varita de incienso, puse música y me recosté boca abajo para comenzar a escribir.


Justo en ese momento levanté mi mirada y me topé con el espejo. Ahí, en ese preciso instante dejé de redactar para analizar a quien veía reflejada.


Se fue, se fue, se fue.


Mis ojos comenzaron a inundarse y lloré de mucho sentimiento, como no lo hacía desde lo que pasó con Daniel a mi llegada a Guadalajara.


Y lagrimeé por su partida pero también por lo bajo que te hace caer la gente con sus comentarios.


No me creen capaz. Y eso me emputa.


Nunca he sido una persona sumamente segura y no tengo ningún empacho en aceptarlo. A mí no me da miedo que sepan que no tengo la mejor de las autoestimas. Eso me vale madres.


Las mamás te dicen las cosas por tu bien. No tengo duda que la mía no es la excepción, pero a veces me gustaría que no me dijera absolutamente nada. Como ese día en que recibí un mensaje y me dijo que me quería, que no quería que le contestara, pero que me quería. Así, ya. Como cuando los hombres tienen un segundo de lucidez romántica y lo terminan con una nacada. Así me pasa con mi mamá, con mi papá, con Memo, con mis compañeros de trabajo.


No soy tampoco la más femenina de las mujeres. No me empeño en arreglarme físicamente, hasta que la ocasión lo amerite. Yo sí me arreglo para mí. Ese creo que es un problema no para mí sino para los demás.


Hablaba con mi mamá sobre los mensajes de agradecimiento y euforia que había recibido por parte de quien me empeño en sacar de mi vida pero nomás no puedo. Luego le conté de Horacio, un amigo que ambas tenemos en común y que antiguamente me atraía. Me dijo que él sí era real.


Mi papá tiene actitudes similares. En cuanto supo que tenía algo que ver con un profesional del balón sólo se reía de manera irónica. Así como "¡Ay sí Laura!". No. No era mi imaginación. Así le hizo. Así le hace.


¿Recuerdan el sarcasmo con el que me contestan cada que les digo que quiero mi casota? Pues así mero. Así mero.


Memo, por ejemplo, se rió de mí cuando a mitad de una plática entre él y yo, recibí una llamada del tipo en cuestión, diciéndome que seguramente era mi hermano y que yo le había pedido que me marcara para que me creyera lo que yo le decía.
"De puras utopías vives, niña".


Definitivamente me enoja que por no ser la modeloquelediolasnalgasalproductoryqueahoradanoticiasdeportivas crean que no tengo la capacidad para traer (o haber traído) a un pateabalones tras de mí.


Eso y que se haya ido es lo que me tiene decepcionada hoy.


Por eso ya no lloro con ellos. Por eso lagrimeo cuando apago la luz y me voy a dormir. Por eso chilloteo cuando me baño. Así confundo mis lágrimas con el agua saliente de la regadera.


Para seguir...

Hace tanto tiempo que aún no puedo poner la historia atrás de mí
parece que al volver cada recuerdo invade lo que sé, hasta mi cuerpo
para seguir necesito encontrar paz en mi soledad
que las aguas que caerán puedan llegar hasta la raíz a aliviar o seco

Déjame, déjame llorar por ti
Déjame, déjame llorar, que se vacíe mi alma al fin... para seguir...

Hace tanto tiempo ya, no he olvidado nada, todo sigue aqui
hay tantas cosas que quiero borrar sin lastimar lo que más quise.

Necesito encontrar luz en mi oscuridad
que el invierno pase ya, que el sol calentará cada latido.

No sólo es llorar por ti, también por mí...
Señoras y señores... Me declaro en total desmoronamiento.

viernes, 19 de diciembre de 2008

Mejores discos...


Nos comenzamos a saturar de recuentos, de lo bueno y lo malo que ocurrió en todo el año y la música no se salva.


Estaré o no de acuerdo con algunas de las afirmaciones publicadas el pasado mes de noviembre por la revista Q, pero es algo que dejo a su consideración a falta de ser publicadas las mejores canciones del año que está a 12 días de culminar.


Eso sí, el primer lugar es, sin duda, el mejor.



1. Kings Of Leon - Only By The Night
2. Fleet Foxes - Fleet Foxes
3. Coldplay - Viva La Vida Or Death And All His Friends
4. Vampire Weekend - Vampire Weekend

5. Glasvegas - Glasvegas

6. Duffy - Rockferry
7. TV On The Radio - Dear Science
8. Elbow - The Seldom Seen Kid
9. The Raconteurs - Consolers Of The Lonely

10. Nick Cave & The Bad Seeds - Dig!!! Lazarus Dig!!!
11. Sigur Rós - Med sud i eyrum vid spilum endalaust

12. Keane - Perfect Symmetry
13. MGMT - Oracular Spectacular

14. Kaiser Chiefs - Off With Their Heads
15. Lil Wayne - Tha Carter III
16. Hot Chip - Made In The Dark
17. Adele - 19
18. British Sea Power - Do You Like Rock Music?
19. Goldfrapp - Seventh Tree

20. The Gaslight Anthem - The ‘59 Sound
21. Razorlight - Slipway Fires

22. The Killers - Day & Age

23. Beck - Modern Guilt
24. The Last Shadow Puppets - The Age Of The Understatement

25. Metallica - Death Magnetic

26. Conor Oberst - Conor Oberst
27. Home Before Dark - Neil Diamond

28. 22 Dreams - Paul Weller
29. AC/DC - Black Ice
30. Third - Portishead
31. InThe Future - Black Mountain
32. Dig Out Your Soul - Oasis

33. Hercules & Love Affair - Hercules & Love Affair

34. For Emma Forever Ago- Bon Iver

35. Stay Positive - The Hold Steady
36. Accelerate - R.E.M.

37. Youth Novels - Lykke Li
38. Life Death Love & Freedom - John Mellencamp
39. Santogold - Santogold

40. Evl Urges - My Morning Jacket

41. Gift Of Screws - Lindsey Buckingham

42. I´ll Be Lighting - Liam Finn

43. To Survive - Joan As A Police Woman
44. Partie Traumatic - Black Kids
45. Forth - The Verve

46. Harps And Angels - Randy Newman
47. Acid Tongue - Jenny Lewis

48. All I Intented To Be - Emmylou Harris
49. Safe Trip Home - Dido

lunes, 15 de diciembre de 2008

A la Vergara







Mi abuela tiene su hermosa casita camino a Toluca. Cerca del Desierto de los Leones.


Cuajimalpa es de los Almaraz. A huevo.


Cada que íbamos a visitar a mis tíos teníamos que tomar Reforma para llegar a Constituyentes y de ahí pasar a la carretera.


Lomas de Chapultepec era la onda en ese entonces. Ahora igual pero ya soy más realista que en aquel entonces.


Bruno y yo íbamos en la parte de atrás del auto y cada que veíamos una casa (casota, mejor dicho) gritábamos: "¡esa es mía!".


He escuchado tantas versiones de las maneras en las que los hombres más poderosos del mundo, e incluso de México, han iniciado sus fortunas.


Una de ellas y la más cercana es la de Jorge Vergara, dueño de Chivas, quesque comenzó a edificar su imperio con un puesto de carnitas.





Quiero una casota. Siempre he querido darme ese gusto y no sólo a mí, también a mi familia.

A mis papás luego les platico de mis planes y lo único que se les ocurre decirme es:


elpá: "Sé realista, Quiku"

lamá: "Ay, Laura"


El apoyo es inminente, lo sé, pero pese a que piensen que soy poco realista, al rato, tal vez a largo plazo, cuando me decida a ahorrar, por supuesto, tendré mi casota y mi Tracker lista para transportarme a donde yo quiera.

Es más, ya hasta estoy pensando en vender tlacoyos o naranjas, como le hacía de niña... Sólo que tengo el grave problema de no saber cómo es que le pondré de nombre a mi negocio.

"Los tlacoyos de Laura..."

"Las naranjas de Laura..."


Mmmm... Pensándolo mejor... ¡Qué bueno que no se me ocurrió vender melones!






La voy a hacer como este güey. A la Vergara.

miércoles, 10 de diciembre de 2008

¿Será así de fácil decirlo?


Y bien... Jaime Sabines así lo enuncia y así, precisamente así, es como se siente...



Del Adiós


No se dice.

Acude a nuestros ojos,

a nuestras manos, tiembla, se resiste.

Dices que esperas -te esperas- desde entonces,

y sabes que el adiós es inútil y triste.


viernes, 5 de diciembre de 2008

Carta a Don Nemesio...

Sólo pido que me reciba de la manera más calida posible.


Si bien no he tenido queja en las últimas ocasiones en las que lo he visitado, ésta podría ser la víspera de una despedida anunciada con previo aviso.


Fíjese que, ante mis ojos, usted siempre ha causado una muy buena impresión. Me ha ayudado en los momentos en los que he pensado claudicar y dejar mi profesión, esto para lo que nací y que tanto amo hacer.


¿Recuerda la primera vez que lo visité? Tal vez su memoria ya sea un poco vaga, pero para mí será uno de esos momentos que se quedan grabados no sólo en mi mente sino también en mi corazón.


Aquella vez y como siempre lo ha sido desde que lo conocí, iba acompañada sólo de hombres y vestida de rojo.


Esa mañana, mi compañero "Cajetitas" me dijo que pasaría por mí a la entrada del panteón Dolores a las 9 en punto. Me desperté ansiosa por mostrarme ante usted y fui puntual a la cita.


Con Arturo venían Alfredo Ruíz, a quien le tengo una estima profunda no sólo por ser puma sino también por ser un amigo y consejero entrañable, acompañados de Jorge "Ché" Ventura, uno de mis tantos abuelitos en el medio.


Pese a que siempre le ponía atención a las anécdotas que tanto el "Ché" como Alfredo contaban de sus inicios en el periodismo, ese día iba pensando en que debí vestirme de blanco para llamar la atención en medio de ese mar rojo que me esperaba para que usted posara de manera atenta sus ojos en mí.


Cuando bajamos de la camioneta, sentí un escalofrío que no había sentido ni cuando transmití en el Estadio Azteca en mi debut para una cadena latina en Estados Unidos. Un escalofrío que, si bien tampoco fue tan grande como aquel día en el que pise la cancha del Estadio Olímpico de Ciudad Universitaria, no fue menos que el que sentí cuando me tocó cubrir mi primera final.


Llegué a donde estaban las nenas de prensa, listas para comprobar mi acreditación y cuando pasé del otro lado del torniquete, me recibió usted con sus brazos bien abiertos. Sabía que era yo y me reconoció aunque fuese vestida de rojo como las otras 27 mil personas asistentes.


Me dijo que subiera las escaleras y que me metiera por la puerta del centro, que después del juego se despediría de mí. Era hora de trabajar.


Todo estaba dispuesto. "Cajetitas" ya había hecho la instalación de ingeniería, el "Ché" y Alfredo habían ido a visitar el Museo del equipo, Víctor Orozco, el corresponsal, llegaba presuroso para pedir las alineaciones del juego. No sabía que me tuviera usted esa sorpresa. Amaury debutaría ese día y lo ponía en mi camino sin que supiera que añísimos después fuera la causa de muchas de mis alegrías.


Era casi la hora y comenzaban todos a ocupar sus puestos. Llegó Walter Gassire acompañado del Profesor Héctor Hugo Eugui, un abuelo más para mí y con quien sigo teniendo contacto, comiendo siempre bife de chorizo gratis en su restaurante. Debía tener beneficios por ser la única nena en medio de tanta testosterona.


Las cámaras estaban detrás de mí, los micrófonos ya estaban conectados y las gradas estaban a reventar. Me regalaste un espectáculo sin igual y te lo agradezco.


Cada que voy a verlo me recibe de una manera tan cálida que hace que el frío que impera en su ciudad, aminore.


11 de agosto del 2001, recuerdo. De aquello han pasado 7 años y sigo visitándole frecuentemente. Nunca pensé que el infierno me iba a gustar tanto. Aprovecharé para darle las gracias por tantas alegrías, también por las enseñanzas y por lo que con el paso de los años aprendí a través de usted.
Gracias también le daré no sólo por hacer de su casa, mi casa, sino también por haber acogido, desde hace siete años, al que considero mi más dulce sueño y al que, usted y yo, veremos partir pronto a Guadalajara.


El domingo nos vemos para que me reciba, de nueva cuenta, con las puertas abiertas... No quiero decírselo, pero creo que la despedida entre usted y yo se acerca...

martes, 2 de diciembre de 2008

Me levanté y sentí muchos años encima...


Tengo 26...



No es algo que me preocupe...



Sólo que al despertar y mirarme al espejo pareciera como si los años que ayer no se me veían, fuesen reflejados al otro lado del cristal...



No era yo, estoy segura, no era yo...


lunes, 1 de diciembre de 2008

El azul no me sienta bien...

Durante muchos años fue mi color favorito... Ahora tal vez siga teniendo una preferencia sobre él, pero ya no tan profunda como antes.


Y es que el azul ha sido causa de innumerables desdichas este año...


En el mes de abril, una escena desgarradora tuvo lugar en el Estadio Azul. Sus escaleras inmensas me hicieron sufrir pero no por lo inclinadas que están y la mella en mi mala condición física, sino porque sabía que al llegar al último escalón también llegaría el final de algo que desde un principio sabía que no estaba bien... Ese día, recuerdo bien, Pumas fue derrotado por Cruz Azul y no le dio oportunidad de pasar a la liguilla...







En octubre regresé al Azul... Pinche estadio, algo ha de tener en contra mía... Ahora no fueron sus escaleras... Un día antes fui al hotel de concentración del equipo en el que mi peoresnada milita, sí, ese que está detrás del World Trade Center, para hacer la entrega de un libro del que muchos de ustedes conocen la historia. Aquel cuatro de octubre, previo a una lluvia pertinaz, me tocó cubrir el Cruz Azul vs Toluca, y a pesar de que uno de los goles tuvo un especial sabor de boca para quien hoy escribe estas líneas, lo que le siguió después del encuentro no fue tan delicioso como hubiera querido...







Ayer, de nueva cuenta, el azul volvió a hacer de las suyas, aunque francamente la culpa la tuvo uno de mis mejores amigos, una persona que es muy especial en mi vida y que me ha enseñado innumerables cosas pese a la diferencia de edades que nos separa...






Sé que a muchos de los que se toman la molestia de leer este espacio no son afectos al fútbol, lo sé... Pero supongo que eso pasa a segundo término cuando para mí es una de las cosas que me permiten mantenerme viva, pero sólo eso...

viernes, 28 de noviembre de 2008

"Busquen donde menos se lo imaginan..."

Madrugada del 5 de enero...




Mi hermano no era nada curioso, lo único que quería era ver todos los juguetes y dulces que había pedido al pie del árbol.




En ese entonces vivíamos en un departamento bastante humilde. Cuarto piso, dos recámaras chiquititas... Bien contenta que fui en aquellos días.




Bruno y yo nos levantamos presurosos para coger nuestros regalos y cuál va siendo nuestra sorpresa que al mirar el pie del árbol, no había nada para nadie... Nuestros rostros, llenos de desconcierto, se mostraban desencajados y a punto del llanto.




El pá y la má nos veían y decían al unísono: "Pónganse a buscar, tal vez se los dejaron en otro lado."




Corrí por todos lados hasta que, de pronto, miré a la puerta de entrada del departamento. "Busquen donde menos se lo imaginan," decía el post amarillo.




Buscamos y buscamos y buscamos por todos lados. Encontrábamos papelitos por cualquier lugar de la casa pero nada de juguetes...




"¡Aqui están, aquí están!" le grité de manera desaforada a Bruno cuando abrí la tapa de la secadora y encontré juguetes, muchos juguetes.



Nunca pude conciliar el sueño previo a su llegada... Supe quiénes eran hasta que cumplí 11 años y recuerdo que la má me lo dijo una semana antes del último arribo de juguetes para mí, al pie del árbol.


Estamos muy grandecitos ya. Pero desde aquel momento, Bruno y yo no perdemos las esperanzas de encontrarnos papelitos con pistas para encontrar nuestros regalos. Sea o no día de Reyes...

miércoles, 26 de noviembre de 2008

Desos días en que no debí...


La espalda me duele...


Ando de quejosa...


Mis chinos amanecieron lacios...


Aún así vine a trabajar...


Ya quiero irme a casa...


Mi tonito no saldrá como siempre en radio...


Hoy es día de consentirme con un caldo re calientito...

martes, 25 de noviembre de 2008

Sueños a la deriva


"¡Échate a correr!, ¡Chíflale para que nos espere!" le dije a Bruno.

El camión nos esperó luego del silbido de mi hermano que corría para que no nos fuera a dejar.

Ya trepada en el bus, vi un rostro que se me hizo conocido... Traté de rememorar en dónde es que había visto esa cara con una sola ceja, pero nomás el alzheimer se hizo presente justo cuando me subí al transporte.

"Voy a tomar una ruta alterna" dijo el chofer, como siempre, aseverando su decisión antes de consultarla con el usuario.

Ibamos por una vía paralela a la calle principal que nos lleva directo a nuestro destino. Las casas, construídas de adobe, tenían la particularidá de que en sus humildes jardines hubiesen sembradas frutas y verduras pero de un tamaño extraordinariamente grotesco.

Mi rostro reflejaba asombro y sonreía viendo piñas verdes de metro y medio, nopales gordos y sin espinas, sandías del tamaño de un "vochito" y árboles de fresas azules... eran fresas, sí, no zarzamoras.

De pronto, mi memoria regresó y le puso nombre al rostro que minutos antes me había parecido familiar. "¡Es Nery, sí, Bruno, es Nery!".

Bruno volteó y miró de reojo al chico que iba ataviado con un pants negro con líneas rojas a un lado. Llevaba también una playera deportiva gris con negro y su cabello estaba despeinado, más que de costumbre. Iba acompañado de su mamá, una mujer de estatura promedio bastante humilde, de campo, sí.

Llegó el momento de que Nery y su madre bajaran del bus y me di cuenta que al chico se le olvidaba su sudadera, misma que pendía de su cintura. No se percató de que la estaba olvidando en el asiento y yo no podía quitarle la vista de encima a esa prenda.

Al bajar, lejos de sorprenderme y dejarme anonadada el hecho de que compartiéramos bus con él, lo único en lo que yo pensaba era en quedarme su sudadera.

"Póntela. Sé que se te verá mejor a ti", atiné a decirle a Bruno...
Sueño... otro más y voy en picada :(

lunes, 24 de noviembre de 2008

Siento que...


"Vienes a mi casa a oir mis discos viejos... Regresan los ochenta cuando vienes...
Me dejas con mis ojos en tus ojos..."

jueves, 20 de noviembre de 2008

Entre ojos morados, cuadros rotos y una "puta"... Este es Bruno y hoy es su diablo...


Le llevo tres años pero la verdá es que se ve más grande que yo.


Cuando nació y en las noches lloraba, lo único que se me ocurría decirle a la má era: "Flor, ven por tu hijo que ya está de chillón". Y es que la verdá era bien chillón.


Tenía las mejillas rosadotas y era gordo, muy cachetón.


***********


No quise jugar con él... Me harté y le dije que ya no quería jugar. Se fue para el baño (su segunda casa) y lo alcancé para decirle que se lavara las manos porque ya teníamos que sentarnos a comer. "Puta", me dijo.


Vi como la má salió disparada de la cocina y le propinó tremendo bofetadón que hasta la fecha me sigue doliendo nomás de recordarlo.


***********


Estaba tendiendo la cama de mis papás... Bruno nunca me dejaba hacerlo bien. Un día me agarró de malas. Peleábamos mucho y a golpes. Yo me le iba encima y siempre, con esa fuerza bruta que lo caracteriza, terminaba dándome sendos guamazos... Aquella vez sólo recuerdo que mi cabeza azotó contra la pared y en el rebote rompí un cuadro de cristal que mamá tenía con mi foto...
***********
Jugábamos a la lucha libre. Otra vez, me harté y le dije que ya no quería jugar. "Yo sí, ándale, sigamos jugando", me decía. Le reiteré mi negativa y de pronto, escuchamos un trancazo muy fuerte proveniente del baño. Bruno salío corriendo de ahi con mucha sangre que le salía de la nariz y gritando "¡Mamá, mamá, Laura me pegó, me pegó!". Mi mirada mostró desconcierto, grité que no y mi mamá, sorda, me regaló unos cuantos madrazos, sin oir razones. Miré a Bruno y sólo se tapaba la nariz, sonriendo y burlándose de mí.


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Ya iba yo en la Universidad. A esas alturas y todavía compartíamos la recámara. En la escena, yo estaba sobre mi cama, sentada y reposando mi espalda sobre la pared, tratando de estudiar. Digo tratando porque Bruno tenía muy alta la televisión.


"Bájale al volumen"

"No quiero"

"Bájale, estoy estudiando".

"No quiero maldita negra" (al único que le permito decirme eso luego de mi traumática experiencia en secundaria)


Enseguida desconecté la televisión, pero le quité una parte al enchufe con lo que ya no podría conectarla de nuevo.


"Entonces voy a cantar. Ya me dieron ganas. Shalalalalá, shalalalalalá"


"Te lo advertí cabrón", tómala, una patada en las piernas.


Ni tardo ni perezoso se levantó, cerró su manita y con toda la fuerza del mundo, con todo el coraje de un hermano menor subyugado a mi poder de hermana mayor, me soltó un puñetazo.


Mi ojo comenzó a inflarse cual globo... "Ah, esté, emmm, ejemm, me pegaron en la escuela con un balón de americano, má"...


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Ahora ya nos llevamos bien. A veces no mide la fuerza que tienen en mi sus palabras. Lo amo, es mi hermano y se preocupa (muy a su manera) por mí.


Hoy cumple años. El cabello se le comienza a caer, las entradas comienzan a notársele. Su panza es chelera. Es enojón. Me contesta mal. Le doy pena. Odia a los que no me hacen caso. Dedicado.

Me caía mejor cuando tenía rastas, cuando no era adulto.


Ahora sigue siendo mi hermano, igual de inmaduro que yo. Igual de chido que yo.


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¡Feliz Cumpleaños, estúpido!

miércoles, 19 de noviembre de 2008

¿Otra vez?

¿Estaré sin dormir de aquí a que den los nombres de los transferibles?

¿Mi celular sonará y sonará con mensajes de "Sí se queda", "No se va", "Ya hay un arreglo", "Que le dieron el sí y se va pa' Guadalajara"?

¿Tendré que meterme de nueva cuenta debajo de una mesa, arriesgando mi trabajo, por saber qué pasará con tu futuro?

¿Porqué te lo quieres llevar, Néstor?

¿Qué te hice para que lo quieras alejar de mí?

No se vale, ojete.

lunes, 17 de noviembre de 2008

Me encontré a Sánchez.

Todo empezó cuando Alejandra me dijo que Jonathan no le gustaba.


En la secundaria a la que asistía usábamos un uniforme diferente a las escuelas públicas, tal vez por eso se creían superiores a los demás.


Situada en una zona residencial, la "653" era la escuela a la que toda la comunidá quería asistir por ser nueva y por eso, por tener un uniforme diferente.


Jumper a cuadros gris con azul, camisa blanca con cuello de babero y moño azul, suéter gris con el escudo escolar del lado izquierdo, el lado del corazón, ahí debíamos tener tatuada la insignia de la "Mirlo", decía el director.


El primer año pasó sin pena ni gloria. Comencé a hacer amigos, todos muy "pipirisnais" pero snobs, al fin y al cabo. A su edá y ya con ese complejo de superioridad. Teníamos 12 años... bueno, algunos 13.


Abigail, que se ganó el apodo de "A-pizca-il" por enana, y Jonathan Zamudio, se convirtieron en mis mejores amigos muy pronto.


Nosotros éramos del grupo de los rechazados. Nerds pero nada populares, así que no nos quedaba de otra que formar nuestra comunidá. Yo les hablaba de los libros que mi má me recomendaba para leer, de lo mucho que me gustaba "Rojo Amanecer" y lo que implicaba el movimiento estudiantil de 1968, de mis sueños por estudiar en la UNAM, de mi afición por los Pumas y de mi pasión por el deporte. "Son sueños. Yo creo que no podrás pasar de la prepa y ya", me decían 'mis amigos'."
Yo era una chingona en álgebra. Siempre gané los concursos de matemáticas con la mejor maestra que uno puede tener en este tipo de materias. La profesora de español, en tercero, también me amaba. Le gustaba mucho cómo era que leía y me ponía a leer en voz alta frente al grupo. Creiba que se sentían orgullosos, pero no.


Jonathan le contó a Alberto Sánchez, otro chico de mi salón, que a mí me gustaba el fútbol y eso les llamó la atención. Me llamaban a su grupo de "fanseses" del balompié. Al principio me solicitaban para que los ayudara con su quiniela, ya después me incluyeron en ella. Abigail se enojaba porque los muchachos hablaban de temas desos conmigo y optó por irse con las princesas, esas queran populares pero que ni pizca de cerebro tenían.


En segundo año todo comenzó a cambiar... Verónica Zavala entró al grupo como alumna nueva y se parecía mucho a mí físicamente... Decían que era mi gemela y yo no tenía problema alguno con que dijeran eso. Comenzamos a hacernos amigas y a ella también le gustaba el deporte pero no tanto como a mí. Tenía una hermana en primer año y jugábamos básquetbol en los recesos, porque en la secundaria ya no se llaman recreos...


A Jonathan le gustaba mucho Alejandra, combinación de belleza e inteligencia, a veces, no siempre la sacaba a relucir. Él no se atrevía a acercarse. Ale era la más popular del salón y obvio que lo iba a batear, pero mis sueños y yo le decíamos a Jonathan que le echara ganas.


A petición de Jonathan, le dije a Alejandra de sus intenciones. En cuanto él supo que ella jamás le haría caso, comenzó a esparcir un rumor de que yo lo había hecho porque me gustaba.


"Vaya, Zamudio. Tan alta era tu autoestima en ese entonces que pensaste que me gustabas"...


Todo mundo me dejó de hablar. La secundaria se había vuelto un infierno y mi única amiga era Verónica. La experiencia del primer novio también fue terrible. Sergio (karma, lo sé), iba en el "A" y era muy morenito. Fue así como comenzaron sus actos estúpidos de racismo hacia los dos. Un día, entré al salón y en el pizarrón habían dibujado en negro a dos monitos tomados de la mano... Nuestros nombres estaban escritos debajo de los animales.




"Ahi viene la... (inserta el apodo más horrible y racista que se te pueda ocurrir) la que dice que se va a dedicar al fútbol y que va a estudiar en la UNAM".



La verdad fue algo que me traumó por mucho tiempo... Fueron noches de no poder dormir, de llanto, de gritarle a mi má que me cambiara de escuela porque ya no podía más. El último día de clases, se le ocurrió a la directiva entregar los reconocimientos por aprovechamiento en la explanada escolar. Ese día estaban invitados los padres y yo no sabía que sería premiada por mi aplicación.



Decían los nombres y todo mundo aplaudía... "A continuación, Laura C. recibe el premio como la alumna más destacada a lo largo de 3 años en la ES 653, blablabla"...



Nadie aplaudió... Ni los padres... Sólo mi mamá, que con lágrimas, al igual que yo, vio que recibí el reconocimiento, corrí hacia ella y partimos juntas a la salida de la escuela para no mirar atrás nunca jamás.



El domingo, justo cuando iba rumbo a mi transmisión de radio, cuál es mi sorpresa al ver en el bus a Sánchez, Alberto Sánchez, ataviado con un pants...



Me dieron ganas de restregarle en la cara todo lo que hasta ahora soy...



Lo pensé mucho... Pero no le dije nada...



Ahora no sé si esté bien o mal pensar así, pero sé que soy lo que siempre quise ser. Que estudiar en la UNAM, que ser fotógrafa, dedicarme a los deportes y estar viviendo mis sueños y no seguir soñándolos me han hecho lo que soy.



Que ellos, siguen ahi, sin mí... Yo he seguido... Esa mañana de domingo que vi a Sánchez en el bus comprendí que lo único que ahora me provocan es risa...



viernes, 14 de noviembre de 2008

¡No más!

¡Estoy hasta la reverenda madre!






¡Pinche tránsito de mierda!






Lo bueno que ya me cambiaré...






He aquí las fotos de mi nuevo próximo hogar; todo él tiene mi personalidá... Todo...







Luego los invito a la "inauguración"

miércoles, 12 de noviembre de 2008

Fijación por los morenos...

Sí, sí, soy parte de la enajenación que provoca en las masas el fútbol.
Dirán que, dedicándome al periodismo deportivo, es considerada una falta de ética el que me gusten algunos futbolistas o deportistas, pero la carne es la carne.

No será cierto que a quienes toman las fotografías para la "H" y demás revistas para caballeros terminan por quedarse prendidos de las modelos.
No soy racista pero no me gustan mucho los blancos... Prefiero el buen sabor de un chocolate negro...

Adriano, le dicen el Mr Parrandas.


Samuel Eto'o, camerunés divino.



Thierry Henry, francesito que así ha de dar sus besitos, smack




Kobe Bryant, violador de mujeres, by the way





Nuno Gomes, yo que culpa tengo si su apellido va con "s"

Robinho, el niño de chocolate

Kanye West, lo sé, no es futbolista pero es negrito.

Éste tampoco es pambolero, ni sé su nombre, pero está como para mí.

Lo siento, me pescaron en mis ratos de lucidez cachonda :S

martes, 11 de noviembre de 2008

Soy una vaca gigantesca



Ayer una bloggera pro-Ana (sí, esas que están a favor de la anorexia como un estilo de vida) me mandó un link a mi correo electrónico. Quesque había leído mis post's y la tristeza que en ellos emanaba (no es para tanto, osh).


"Princesa: deduje la causa de tu tristeza y de tu coraje contra el mundo" me escribió. ¿Coraje? ¡Eso qué!


Le siguió con un sutil "Lo que pasa es que estás hecha una vaca enorme, una ballena gigantesca. Deberías bajar unos kilitos porque eso es lo que te está haciendo mal. Te mando una lista de lo que deberías pesar para que veas lo cerda que estás."


"Oinc, oinc", fue lo que se me ocurrió al leer cerda :)


"También te doy unos tips de lo que deberías hacer para mejorar tu estilo de vida, verás que te sentirás mejor." (ajá)


Me mandó una lista que a continuación paso íntegra por si ustedes también parecen vacas enormes y desean dejar de comer de chingadazo:


-Crea un diario online. Comprométete a escribir en el cada día TODO LO QUE COMES, así te dará verguenza que los demás lean cuando comiste como cerda y lo evitarás.


-Toma de vez en cuando un par de antiacidos (tums) calmara tus ácidos estomacales.


-Cada mañana pésate y luego cepilla tus dientes ;)


-Mastica bien los alimentos x lo menos unas 40 veces.


-Puedes comer hielo si sientes mucha hambre.


-Púrgate seguido (aunque eso destruya tu flora intestinal)


-Cuando bajes de peso y estés feliz NO TE PREMIES CON COMIDA, cómprate una prenda de vestir, una pulsera o lo que sea... asi completarás un look más lindo =D


-En tu casa usa ropa apretada para que veas por que haces esto.


-Come desnuda frente a un espejo.


-Trata de evitar las salidas sociales con amigos, novio, etc; todas terminan en el cine comiendo PALOMITAS DE MAIZ o en BURGER KING ...


-Deja de tomar alcohol contiene un monton de calorias...


¿Queeeeeeee?


Aqui fue donde medité y me dije: No, todo iba bien hasta que mencionó que no podría beber más cerveza :P


He aquí la lista de equivalencias de peso que me recomendó... A su parecer mis 63 kilos en carnes, mis queridas carnes no son tan atractivas, jeje.


1.50 --> 38

1.53 --> 39

1.54 --> 40

1.55 --> 41

1.58 --> 42

1.60 --> 44

1.63 --> 45

1.65 --> 46

1.68 --> 47

1.70 --> 48

1.73 --> 49

1.75 --> 50

1.78 --> 51

1.80 --> 52


Debería pesar 44 kilates... Esperen... Voy a vomitar...


lunes, 10 de noviembre de 2008

Pasó como con Sandy... Casi...

Ya antes había pensado que podíamos ser siamesas.

Tal vez la forma de pensar o de expresarnos fue lo que más me llamó la atención al conocerla.


Estando alguna vez en clase de Epistemología, llegó Sandra al salón. Jorge Pérez me dijo "la quiero en tu equipo." Osh.


Al terminar la clase le pedí su número telefónico y cuál va siendo mi sorpresa que era el mismo de J, el mejor de mis amigos. El mundo es re-chiquito. Sandy resultó ser hermana de J.

Así pasó el viernes. Casi.

Nos quedamos de ver frente al Hard Rock. No iba nerviosa pero sí ansiosa por conocerla.


Cuando estábamos de frente nos dimos un abrazo como si fuéramos amigas entrañables... En la otra vida lo fuimos, estoy segura. Ahora también lo seremos, no cabe duda.


Nos adentramos en un café y el tiempo se pasó tan rápido que me hicieron falta horas para seguir la charla.


Platicamos de cosas que tal parece nos unen de maneras sorprendentes... Resulté, en efecto, ser ese bulto que sale de su hombro derecho y que la hace masticar con la boca cerrada...


Dudaba aún si podía seguir considerándola mi siamesa... hasta que saqué mi celular.







"Deja saco mi teléfono porque luego no lo escucho", le dije. Mi celular rosa hizo su aparición y de pronto me dijo esbozando una sonrisa "espérame."


Sacó su aparato y era igual al mío... Obra de la casualidá, lo sé, pero entre tantos modelos de celulares tenía que salir uno idéntico al mío.


No hay duda, después de platicar con ella y de ver su teléfono, me da orgullo decir que es mi siamesa y que es igual de chingona que yo.
Y no, no aceptamos formar tríos con nadie :P

jueves, 6 de noviembre de 2008

Use somebody


Y fue de repente cuando, en medio del tránsito que aquejó hoy a mi pueblo, escuché los acordes de una canción que siempre había estado esperando.
Me había puesto a pensar en el mejor día de mi vida, ese que aún no ha llegado. He tenido buenos y excelentes momentos, inolvidables muchos de ellos, pero todavía no hay uno al que yo lo pueda llamar el mejor de mi existencia.
Fue entonces cuando, al escuchar tremenda rola, cerré mis ojos y visualicé ese día musicalizado por lo que en ese momento estaba escuchando.
He hablado de las canciones que se incluyen en el soundtrack de mi vida, pero ésta, definitivamente, ha rebasado mis expectativas. No sólo en el uso de las guitarras, el bajo, la batería, sino hasta en la intensidad y los tonos que alcanza el vocal.
Todo quedó perfecto para que ese día, en cuanto llegue, quede enmarcado por las notas de "la rola"...
De filmarse los mejores momentos que he tenido, deberían incluir una amplia cinta sonora.
¿A poco ustedes no han cerrado los ojos y han imaginado el mejor día de su existir musicalizado por esa que les gusta?
Yo sí. Hace rato...

viernes, 31 de octubre de 2008

El viento a favor...


"Si ya no puede ir peor, haz un último esfuerzo..."


No podía dejar de observarla... Quedé de verme con ella a las 18:30 hrs en el gusano naranja. Cuando llegué y la vi me dio una ternura inmensa: blusita blanca con motivos florales de colores bordados a mano, pantalón zancón y chamarra de mezclilla con zapatitos negros. Bien cuca, la nena. Llevaba una pequeña bolsa café de pana cruzada y sus ojos brillaron cuando me vio. "Estoy muy emocionada" me dijo.


"Si sólo puede ir mejor y está cerca el momento..."


Saliendo del metro Velódromo la impaciencia ya la invadía. Lo sentí cuando, al ir tomada de mi brazo, vio el Domo de Cobre y me pellizcó. La perdono sólo por ser ella.


"Cómprame una chamarra." Se la compré.

"Me gustó esa playera." Se la compré.

"Cuando salga quiero comprarme una taza." Esa sí ya no la adquirimos porque ya era hora de entrar.

"¿Quieres unos binoculares para que lo veas todavía más cerca?" Le dije. Se encogió de hombros apenada porque le daba todo lo que me pedía.

Lo único que pensé fue "Eres mi mamá. Pídeme lo que quieras y te lo daré".


Una fila larguísima ya esperaba por nosotras. Definitivamente no queríamos formarnos. Se acercó una güereja y me preguntó si quería entrar rápido. 50 pesos. Cuando yo te diga "caminas, caminas". Orale. Nos metimos las dos en la fila. Un gordo estuvo a punto de frenar el paso de la má así que tuve que regresar por ella cuando comenzó a gritar: "¡Laura, Laura!". Maldito obeso.


"Otra vez te haz vuelto a equivocar,

siempre piensas: 'la culpa es de los demás'..."


Entramos. Estando en la pista ella sólo me decía: "¿Ya va a empezar?, Osh, ya se tardó. Ya son más de las nueve..."


Las luces se apagaron para dar cabida a uno de los espectáculos que más he disfrutado en mi vida y no me refiero al concierto otorgado por Bunbury sino a los saltos, gritos y cantos que mi mamá comenzó a dar al ver al "hombre de su vida" en el escenario.


"¡¿Cómo están, cabrones?!" preguntó un Enrique ataviado con ajustados pantalones negros y camisa con estoperoles brillantitos.


Ahí fue cuando comenzó todo... ¿Mamá? ¿Mamá? ¿Molusco, dónde estás?... No la encontraba por ningún lado. Yo con el Jesús en la boca y ella metida entre la gente, saltando, disfrutando como se debe un concierto, I guess.


"Bienvenido al Club de los Imposibles, shalalá, shalalá..."


"Otra vez fuera de lugar, siempre estás donde no debes estar..."


Transcurrió el recital con tres incidentes:


1. Toda una bola de pendejos que se ponen hasta adelante para sacar sus celulares y tomar fotos o peor aún, para permanecer tooooodo el tiempo con el brazo arriba para grabar todo el concierto. Mejor cómprate un DVD. Pfff. La neta.


2. Una chava estaba bailando slam con "Infinito". Pinche loca, pensé, pero después me dije: igual y así la siente. Atrás estaba otra tipa con una niña y entre el griterío se empezaron a decir no-sé-qué-co-sas pero refrescadas de madre sí que hubo. De risa.


3. Hablando de mentadas de madre, les pido que después de sus comentarios en este su humilde bló (si se deciden a hacerlo), dediquen una efusiva mentada de madre, pero rica, desas sabrosotas, al p*to que no me contestó el teléfono justo cuando estaba la bella canción que nos identifica(ba).


"Vencido por el miedo, caes al suelo y te dejas pisar..."


"¿A alguno de ustedes les gusta el rock n' roll? Porque si no, esto les va a doler"... ¡Ay dolor!

Horacio me gustaba. Inteligente, buen tipo, más alto que yo (importante, mido 1.60 pa' los nuevos). Se puso de acuerdo con mi má para vernos después del concierto. Así fue. Hace siglos que no lo veía y cuando lo ví me lancé a sus brazos como esperando a que fuera él quien me despertara de mi letargo.


El climax (para mí) llegó cuando comenzaron a sonar los acordes de "Viento a favor" canción que mi má, el hongo molusco, me ha dedicado desde siempre. Hasta lloré.
"¡Mesonero! ¡Sírvale a mis amigos lo que pidan, que no les falte de nada!". Ora Bunbury es nuestro amigo y nos invita tragos.


En mi mente queda el recuerdo de la má cantando y disfrutando del mejor concierto cuando para mí, el espectáculo fue su disfrute.


Aquí el setlist de anoche.


El Club de los imposibles

Señorita hermafrodita

Hay muy poca gente

Bujías para el dolor

Ahora

Sólo si me perdonas

Sácame de aqui

De mayor

El extranjero

Desmejorado

Contar contigo

Infinito

El hombre delgado que no flaqueará jamás

Los restos del naufragio


El rescate

Apuesta por el rock n' roll

Lady Blue

Si no fuera por ti

El viento a favor

No me llames cariño

Canto

...Y al final









jueves, 30 de octubre de 2008

De los mejores días de la vida.



"Se te van a hacer yo-yo los calzones", me dijo Juan Arturo el 12 de julio del 2006...




Luego de tanto pelear para que una de mis bandas favoritas, Lucybell, asistiera a la cabina para una entrevista en el "Barracuda", Juan me daba la noticia de que los chilenos irían un día después para platicarnos de sus éxitos, sus canciones, su vida.




Y sí. En cuanto llegaron a la estación se me hicieron yo-yo.




Es increíble como la música puede cambiar tu vida, como puede marcarte de formas impresionantes.




Después de la charla me aparecí con tres hojas negras y una pluma de gel plateada... Autógrafos por aqui, autógrafos por allá...




"¿Me prestas tu cámara?" Me dijo con su inconfundible acento chileno Claudio, vocalista.




"Claro, pero yo quiero tomarme picshur con ustedes" contesté nerviotsa.




"No, no, espera, Cote quiere tomarte una foto, le da pena, tú sabes", dijo el vocal.




Cuando me pongo nerviosota mis pómulos se ponen coloradísimos y es algo que inevitablemente los demás perciben.




"Serás una persona difícil de olvidar", me dijo Cote, bataco del trío.




No será el primero ni el último que me lo dice, mjjj.




Me tomó 2 foticos y luego vino la grupal... Se la pasé con la memoria de no sé qué madres de la cámara.



Cote es el guapito que sale bien feliz hasta atrás... No lo culpo.

Lucybell me cambió la vida, la sigue cambiando hasta el momento. Y lo sé porque sus letras llegan justo cuando más las necesito, sean momentos gratos o no.


Hoy, camino a la cabina, iba escuchando esto en la radio. Es mi tracklist de hoy. Al rato toca ver a Bunbury, y será también el turno de que a mi má se le hagan yo-yo los suyos cuando vea de frentititito al español.


Tracklist Coacalco-Lomas de Chapultepec


Efecto Dominó (Chetes)


Caminando hacia atrás (Jumbo)


Sin aliento (Estrambóticos, cover de Danza Invisible)


November Rain (Guns n' Roses)


Morder (De Saloon)


Milagro (Lucybell)


Si (Enrique Bunbury)


¿Porqué tendría que llorar por ti? (Ely Guerra)



********************* (Me quedé dormida)



Mondo Groovy (Plástiko)





martes, 28 de octubre de 2008

¡Es... es... es casado!

Hace poco publiqué un post que hacía referencia a un par de tórtolos que se conocieron en el bus en el que viajo todos los días...


Yo creiba que era la "Pesera del Amor" como algunos de ustedes también lo mencionaron.


Esta mañana, me trepo toda cuca al bus con mis pantalones gris entubados, mis botas negras, mi suéter recién adquirido color gris ratita, mi cabello suelto y mi flequito al viento.


Muriéndome de frío, iba yo...


Pos que me encuentro a la parejita. Ella con su uniforme negro y el con su manota rodeando su cuello, dándole de besotes y con su inconfundible modo desenfadado de sentarse: las piernotas abiertas y la camisa pidiendo a gritos que la desabotonen de inmediato.


La chica se bajó del bus antes que él, apenas dos cuadras.


"Bajo en el paradero, plisito" le dije al chofer al tiempo que mandaba el monto de mi pasaje ($12.50 pesos, pinches rateros) con una señora.


En eso, una señora entabló una conversación con el tipo de la panza...


Quedé anonadada...


Ñora: ¿Cómo estás?

Panzas: Bien ¿y tú?

Ñ: ¿A trabajar?

P: Sí. ¿Y tu hijo?

Ñ: Precisamente voy a verlo. ¿Cómo sigue tu esposa? (Imaginen mi cara de sorprais)

P: Bien, en la casa, ya va de salida...


Llegó mi hora de bajar...


No lo podía creer... "Bien, en la casa, ya va de salida"...


Tremendísimo panzón... ¿Qué tal que la nena del uniforme no lo sabe? ¿Qué tal que sí lo sabe? ¿Qué tal que formen un trío? ¿Qué tal que me invitan y termina todo esto en una orgía?


¿Qué tal que mejor cambio mi ruta pa no verlos jamás?


Es lo más conveniente...


¡Tremendísimo panzón!

lunes, 27 de octubre de 2008

Y que choca...

Y que el viernes tenía una espinita...





El diablito a mi derecha me decía: "márcale, salúdalo, pregúntale cómo está".





El ángel a mi izquierda susurraba: "no le llames, entiende que a eso se le dice 'humillarse', ten dignidad".





"¿Tienes el teléfono del hotel en el que se hospedarán en Chiapas, no?, entonces márcale, carajo, sufres con él y sufres sin él", pinche diablito, eso me decía...





"Lo mejor que puedes hacer es alejarte del celular, salir con tu madre como habías planeado, cenar con ella tu cheese cake que tanto te gusta, tomarte tu café americano con tres de azúcar y dos latitas de crema y olvidarte del asunto", me indicó el angelillo.





Y que le hago caso...





Y que me salgo con mi má a tomar mi café con 3 y 2.





Y que me como mi cheese cake en 3 cucharadas.





Y que no le marco.





Y que lo veo jugar el sábado en la tarde.





Y que se acabaron mis vacaciones.





Y que regreso a trabajar, hoy lunes.





Y que el coordinador de información me dice: "Tú tuviste la culpa del choque del viernes. Todos dicen que tú ibas de empalagosa y que provocaste el choque".





Y que no le creo.





Y que busco en interné.





Y que chocó.





Y que no le marqué.





Y que ahora mantengo alejado el teléfono, aunque muy dentro de mi, pero muy dentro, me alegra saber que está vivo.




Y que sigo con la espina clavada...

sábado, 25 de octubre de 2008

¿Porqué?


Soy chida ¿no? Bien inteligente, me gusta leer, amo escribir, me pagan por hacer lo que me gusta, soy afortunada de ejercer mi profesión a pesar del misoginio que existe en el sector por el que decidí inclinarme.



Trato de hacer periodismo deportivo serio y ese es mi objetivo cada que abro los ojos si es que logré conciliar el sueño...



Terminé mi carrera, soy re amorosa y a pesar de que tengo un carácter de la chingada me doy a querer de vez en cuando. Entregada, al mil.



Entonces... ¿porqué no me quiere? ¿porqué me hace llorar? ¿porqué le soy indiferente? ¿porqué cambió tanto? ¿porqué sigo allí? ¿porqué?



Mi madre anda vuelta loca porque la invité al concierto de Enrique Bunbury... Se va a morir cuando lo tenga tan cerca que oirá los latidos de su corazón...



Justo escuché esto... es lo más cercano que encontré a las respuestas que quisiera tener ya...



"El porqué de tus silencios... ¿qué quieres ocultar?

El porqué de tanto tiempo sin hablar...

Dios te libre de inventar, de mentir o de callar cuando cantas...



Como un pájaro indefenso bajo la tempestad,

aún encuentras el fundamento en la ruina cruel de tu memoria

al recordar el porqué de tus silencios...



Y las huellas de tus pies en la arena frente al mar

borradas por el vaivén de las aguas...

El fin es el comienzo y ya nadie te espera; no sabes si sales o si entras...



Son asuntos de familia que no se pueden tratar;

la gente no cambia, los genes no engañan

y tus flechas nunca dan en el centro del blanco de la Diana...



Qué difícil es poder poner todos los días

un poco de luz en tus venas..."

Alguien me puede decir... ¿porqué?

miércoles, 22 de octubre de 2008

Corunda diabólica



Centro de Morelia... 22 hrs.

"No puedes visitar Morelia sin comerte unas corundas". Fue lo que me dijo E, quien luego de estar presente en el Festival de Cine, me recomendó el manjar michoacano.

Amigos corresponsales me indicaron lo mismo.

Yo venía de cargar mi estómago con unas deliciosas carnitas de Quiroga, pero me dije: "La comida es lo tuyo mija, empácale chido".


"¿Cuántas corunditas trae la orden?" Pregunté al mesero de cabellos rizados, quien, por cierto, robó el corazón de mi má. Andaba de cuzca, la condená.

"Tres, señorita". "Tráigame la orden entonces, plisito", le contesté a mi futuro y joven padrastro.

Ante mis ojos se posó un platillo de tres corundas (para quien no las conozca, son como los tamales, pero en forma de triángulo, rellenos de algo, a mi me dijeron que de queso, pero las mías no traían nada adentro). Están bañadas en salsita de jitomate (tomate para Rich), queso y crema.

Me gustaron, pero la segunda nomás ya no me entraba. No quise desperdiciar la comida, no es mi onda. Nomás veo un plato con sobrante y pienso en los niños de Somalia, de veritas que si.



Me las tragué toditas... Mi estómago protestó a la mañana siguiente... No quiero contarles, puede que estén degustando algún platillo exquisito y lo arruine con mis experiencias. Eso sí, el baño fue mi mejor compañero las siguientes 3 horas...
Juro que esa corunda traía al diablo dentro... Lo bueno que me exorcisé...

martes, 21 de octubre de 2008

De vuelta y vuelta

Y parece que la edad comienza a pesarme...

Estoy de vuelta y con unas ganas inmensas de escribir lo que ha pasado en estos días...

Pareciera que mi disposición a curarme y a sentirme mejor era más que las que tenía de morirme en el intento...

No me curé pero sí me sentí mejor... Supongo que eso vale...

En breve sus "suvenirs"...

Los extrañé, si les es grato saberlo.

viernes, 17 de octubre de 2008

Ahi les encargo.

Morelia me espera... Por fin dejo un rato la reporteada, la producida, la locución y todo lo que tenga que ver con deportes y trabajo.


A eso de la medianoche estaré llegando aunque confieso que me da harto miedo viajar de noche. Siempre que viajo a altas horas de la noche me da un pavor abrir la cortina de la ventanilla del autobús. Tengo la suerte de abrirla justo cuando vamos pasando por curvas pronunciadas o por barrancos infinitos.

Sólo estaré fuera un fin de semana, no me extrañen.

Eso sí, tengo varios encargos.

Uno de ellos es que le echen buena vibra a mis perros, Babo y Benito, mis dos adorables chihuahuas que se quedarán encargados con A. Espero que al tonto no se le escapen cuando abra la puerta de la casa.



Que no se le olvide a A darles de comer a sus horas e incluirles su medicamento. Babo ha estado muy enfermo, incluso creo que tiene bulimia canina porque ha estado vomitando mucho y ha adelgazado hartísimo. Es un perro juerte, pero aún así me da miedito que le pase algo. Hoy en la mañana me miró con unos ojitos bien tiernos... Y pensar que no lo veré hasta el lunes...


Benito ha estado rejego. De por sí, como ya es abuelo, entonces corajudo como yo. Se hace de la vista gorda porque sabe que lo dejaré tres diítas.


También acuérdense de Mauricio, mi pecesillo beta. Necesita comer cada que se ponga a nadar como loco. Está igual de delgado que Babo, guardando la proporción, por supuesto.




A mi siamesa le pido que no me cambie por otra igualita a mi en lo que resta del fin de semana. A Rich... pos él sabe que el fin de semana será largo e incomunicado. Al sevenwords y a mi vecinilla Clau que nomás no se pongan de acuerdo para tomar esos güiscachos porque les haré falta si no me esperan.

Luchooooo, en Morelia no me podré tomar fotos en bikini. Ni modo.

El chiste es la "extrañación de la vida" ¿veá?

Sírvanse a saber que este viaje me servirá para definir un par de cosas que traigo hechas telarañas en mi tatema.

Ahi les encargo que regreso el lunes y quiero encontrar todo en orden.

¡Ya les traeré su "suvenir" condenadotes!

jueves, 16 de octubre de 2008

Últimas oiditas...


"Dices las cosas a lo bruto"

"Está mal que le hagas saber tus sentimientos a los demás, por eso se aprovechan"

"Eres bipolar"


"Pareces una niña que apenas está descubriendo el mundo cuando el mundo ya la descubrió hace mucho rato"

"¿Eres o te haces?"


"No es nada, Telarañas, te marco después del entrenamiento"


"Hoy no te puedo ver, voy a Tepic a ver a mi gorda"


"Recuerda siempre dos cosas: cumplo todas mis promesas y nunca le podré fallar a mi princesa"


"Te amo"


"¿Te quieres casar conmigo?"


"No sabes lo que quieres"


"Eres mujer, es uno de los problemas para que te dejemos salir a los campamentos, por el momento quédate en la redacción"


"¡Tú qué vas a saber de fútbol o de deportes, por favor!"

"También me gustas. Vamos a ver qué sale ¿no?"


"No puedes dobletear. Estamos hechos para desempeñar sólo una función"


"Mejor ahorra para tu carro. Quédate a vivir con nosotros. Allá sola ¿qué vas a hacer?"


"En Chivas no quiere chilangos. Dice que no hay oportunidad de trabajo aqui. Regresa en el 2008"


"Deja de buscar, solitos llegan, no te desesperes"


"Ora ¿porqué vienes de dark?"


"Dispárame un café ¿no?"


"Eres bien enojona"


"¿Te gusta ser emo?"


"Ya no escuches música satánica Lau, lo electrónico es la onda"


"Estás bien loca"


"Necesitas ayuda profesional"


"Qué bonita eres"


"No me mires con tus ojos de vaca coqueta"


"Usa colores más alegres"


"Quizá es por la forma en que te vistes"


"Perdón"


"¿Me perdonas?"


"No quise hacerlo"


"Lamento haberte lastimado"


...


...


...



Yo lamento que todos lamenten lastimarme... Lo chido es que ya me voy de vacaciones. ¡Bah!

Nota aclaratoria... NINGUNO DE USTEDES, COMPAÑEROS BLOGGEROS, SE SIENTAN ALUDIDOS... He dicho...


martes, 14 de octubre de 2008

Durante los 70's...


Me llamé Cvalda, seguramente.

No era un nombre propiamente de la época, pero a mamá siempre le gustó ir hacia la tendencia de los nombres checoslovacos. Creo que era checo. Creo.
Me fascinaban Led Zeppelin, Black Sabath, Sex Pistols, Bob Dylan y por supuesto Janis Joplin. Mi canción favorita era "Me and Bobby McGee". Vestía con camisetas desgastadas alusivas a mis bandas favoritas. Mis pantalones eran de mezclilla harto acampanados y mis pies vestían botas cafés con tacones que me hacían ver más alta de lo que era.
Cuando había reuniones familiares en las que tenía que guardar las apariencias entonces sacaba mis pantalones ajustados de terlenca (¿así se escribe?) color azul chiclamino o mis faldas larguísimas, mismas que usaba con blusas de flores y coloridas y tacones o botas largas.
Mi cabello era largo, lacio y las puntas ensortijadas. Negro, eso sí. No pude haber sido pelirroja o rubia. Mi cabello era negro, como la obsidiana.
La parte que me gustaba más de mi casa era la cocina. El naranja y los cafés eran los colores que predominaban en ella. Teníamos un extractor de jugos bastante avanzado para la época. Tur-Mix, la marca.
Recuerdo que salía con mis amigos a fumar de vez en cuando en el parque. Me gustaba llevar mis lentes gigantescos, estilo Janis. Usaba de vez en cuando chalecos ligeros y siempre mis acampanados.
Los chavos con patillas enormes, afros y lentes de Poncharelo eran la onda. Los conciertos a los que íbamos en grupo en la combi que uno de mis cuates tenía también lo eran...
Fui periodista pero también una band aid que amaba a la música más que a sus intérpretes. Los deportes no eran lo mío, en cambio la música... era feliz escuchando mis acetatos y asistiendo a los conciertos para cubrir cada uno de los eventos...
Mi vida fue una combinación de personalidades entre todos los personajes de "Almost Famous" de Cameron Crowe...
Extraño esos tiempos en los que, a pesar de que estábamos más reprimidos en cuanto a la expresión de nuestras ideas, era feliz.
Ahora vivo en el cuerpo de ésta que ahora les escribe. Un cuerpo al que le gusta escribir... Tal y como a mi me fascinó en mis tiempos...